domingo, 11 de enero de 2015

Champiñones rellenos al horno con jamón de pato y sobre manto de mango y pera

Hay tradiciones que perduran a lo largo de siglos. Las Fallas, San Isidro, Los SanFermines y las comidas que preparan nuestras madres no son una excepción. Como en millones de casas, las comidas de fin de semana en casa de mis padres han de respetar una serie de situaciones que se repiten ad infinitum y que, supongo serán de sobra familiares para todos los que estéis leyendo este post. 

La primera a la que nos enfrentamos es la ingente, ciclópea, enorme, monumental e insana cantidad de comida que se sirve, indiscutiblemente acompañada de frases que pertenecen ya al imaginario familiar español: "Si esto no es nada...  Si tú comes mucho.... ¿Sólo vas a comer eso?.... Hijo/a no me comes nada". 

¿Quién va a resistirse a las croquetas o la paella de su madre?. Es de sobra conocido que su receta es la mejor. Y pobre del que intente discutirlo. Y es que las madres guardan un recetario exquisito de platos tradicionales que hemos degustado una y otra, y otra, y otra, y otra vez a lo largo de los años. Excelente, sí, pero exiguo. Porque cuando una madre hace bien un plato éste adquiere un compromiso de por vida en el recetario familiar. Y más vale que te guste, porque vas a probarlo muchas, muchísimas veces. 

Y en mi caso, los champiñones rellenos con jamón forman parte de la tradición culinaria familiar desde el albor de los tiempos. Y la receta ha permanecido estoicamente invariable desde su primera aparición. ¿Está bien elaborado el plato? Indudablemente. ¿Podemos hacer alguna variación? Sí, por favor. Y ahí es donde entra esta receta, que no pretende ser mejor que la original, sólo diferente.





















Ingredientes (para dos personas): 

8-10 Champiñones medianos
Nata
Canela
Queso Feta
Orégano
Aceite de oliva
1 Diente de ajo
2 Cucharadas de mantequilla
Perejil
Hierbas provenzales
Cebollino
Jamón de pato
1 Mango maduro
1 Pera mediana

Lo primero es lavar concienzudamente los champiñones. Lo mejor es hacerlo con agua y zumo de limón para evitar la oxidación. Separamos los pies de los sombreros. Con los primeros realizaremos una masa con el propio champiñón. Para ello mezclamos en un vaso de batidora la mantequilla, el ajo, las especias (hierbas provenzales y perejil), un poco de cebollino, un hilo de nata y los pies. Una vez triturado procedemos a rellenar los champiñones.

El relleno consta de dos sabores diferenciados. El queso Feta por una parte y el propio champiñón por la otra. Comenzamos aplastando porciones de Feta en el hueco del sombrero. Rociamos un chorro de aceite de oliva y un poco de orégano. Luego rematamos con la masa que hemos preparado antes y coronamos con una pequeña loncha de mantequilla.

Introducimos los champiñones en una fuente de horno engrasada y horneamos a 180º durante, aproximadamente, veinte minutos. Cuando estén casi hechos sacamos la fuente y colocamos unas lonchas de jamón de pato encima de cada uno sólo para que se calienten.

Mientras podemos preparar el manto de mango y pera. Trituramos las frutas y mezclamos con un hilo de nata y canela en polvo. La textura ha de ser más bien gruesa, como si fuera un chutney o una crema espesa.

Emplatamos pintando el plato con la mezcla de mango y pera ayudados por una brocha de cocina. Colocamos los champiñones con cuidado encima y espolvoreamos con un poco de hierbas provenzales. Yo añadí un par de tallos de cebollino.

Es un plato muy sencillo y rápido de hacer y le da una vuelta a los tradicionales champiñones rellenos de jamón. La receta gustó a mis padres, pero, como ya habrás adivinado siguen haciéndolos a la manera tradicional. Cosas de madres lector. Cosas de madres. 

Espero que os haya gustado, y... ¡Echadle fogones!

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